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domingo, 7 de junio de 2020

Historia de "Príncipe"

  Pocos saben que Enzo Francescoli, estuvo cerca de jugar en Boca Juniors en el año 1985, cuando todavía era una promesa.

Mirá la camiseta del Enzo.
Foto: twitter.com
  Ese pibe que asomaba en Montevideo Wanderers, fue tentado por el equipo "Xeneise" ya que en el club jugaba su compatriota Ariel Krasouki, que le sugirió a los dirigentes, que se fijaran en el "Principe"  uruguayo.

  Luego de verlo, los dirigentes no estaban convencidos de contratarlo, por eso el posible acuerdo fracasó.

  Pasó el tiempo, el Enzo tuvo su oportunidad en el Fútbol Argentino y no la desaprovechó, fue a  probarse a River Plate y el club "Millonario" lo contrató, para luego convertirse en un símbolo y ahora lleva la Institución en su corazón.

  En el año 1985, lucía una camiseta diferente a la de sus compañeros, la suya tenía el histórico logo del león diseñado del lado izquierdo, mientras que "Adidas" aparecía en el otro costado.

  Hasta el detalle en la camiseta, quedaba claro que el "Principe" era distinto. Lo supieron todo, menos los dirigentes de Boca Juniors.

  El uruguayo que fue a probarse al club de la "Ribera" y no quedó, los dirigentes de turno se perdieron a un gran jugador.

Foto: lapaginamillonaria.com
  Enzo Francescoli nunca renunció a jugar en la Argentina y un día llegó a River Plate, para convertirse en ídolo y ahora cumple la función de Manager Deportivo. Como jugador fue un distinto, que se ganó en poco tiempo el cariño de la gente y le demostró a su archi rival que se habían perdido a un talentoso, dentro y fuera de una cancha.

    La historia de jugadores que van a un club, no quedan por los genios de los dirigente de turno y luego se preguntan porque no lo fichamos, eso pasó en Boca Juniors con el Enzo. 

  Cuando fue a River Plate lo vieron y no dudaron en que le daría muchas alegrías al equipo y por eso lo contrataron ganando todo con la "Banda".

  De no quedar en Boca Juniors a ser ídolo en River Plate, la historia del "Principe" que muchos no sabían.

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