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miércoles, 29 de octubre de 2014

Una Historia para Contar

  Sebastián Saja el arquero de Racing de Avellaneda, con 35 años, cumplió con la promesa que le había hecho a su madre, terminó el secundario, para hacerlo nunca es tarde, todo se puede en la vida.

Sebastián Saja.jpg
Foto: es.wikipedia.org
    Ese es un ejemplo a imitar por muchos, que a pesar de ser jugador de fútbol, nunca dejó de estudiar y esforzarse para conseguir el título Secundario, que lo obtuvo a final del mes de Septiembre, saldo la deuda que tenía con su familia y con sigo mismo, eso es un ejemplo para que todos los chicos que no han terminado los estudios que lo hagan, porque nunca es tarde para hacerlo.

  Fue una casualidad. una vez, viniendo a entrenarme con Pablo Luguercio desde La Plata, vi que tenía unos apuntes y le pregunte que andaba haciendo. Me dijo que estaba terminando el Secundario a través de la Fundación "El Futbolista", eso fue hace mucho pero la idea me dejó dando vuelta la cabeza.

   El año pasado me animé, lo llame a Sergio Marchi, el secretario de Futbolistas Argentinos Agremiados, para pedirle información. me contacté con las chicas de la fundación, me explicaron cómo era el sistema y arranqué.

  Me presenté, entregué el analítico y recibí todas las indicaciones sobre el programa, que se llama Adultos 2000. Ellos te dan el material y vos vas a rendir las materias en mesas trimestrales.

   No hay que cursar obligatoriamente pero si hay de apoyo que son optativas. Yo debía seis materias y terminar me llevó seis meses porque se pueden dar como máximo tres por trimestre, así que di tres en junio y tres en setiembre.

   Ese fue el primer gran objetivo: retomar el estudio después de tanto tiempo. A mí no me costó tanto porque me gusta leer y tengo el hábito de la lectura. Pero lo manejé bien. Iba a las clases de apoyo una o dos veces por semana. Almorzaba en el club y me iba para allá. 

  Mi familia, además de apoyarme, me respetó los tiempos para estudiar y aproveché mucho en las concentraciones. Me llevaba los apuntes y estudiaba antes de los partidos. Y ahora que agarré ritmo, me dieron ganas de seguir. Estoy terminando el curso de entrenador y veré qué puedo hacer a partir del año que viene. Encarar una carrera, por más corta que sea, sería bárbaro. 

  Lengua de cuarto y de quinto año, Química, Cívica, Matemática y Física. Lengua me costó bastante, sobre todo la de quinto, porque había mucha literatura y no de la que me suele gustar. Tuve que leer novelas antiguas, poesías y obras de teatro, y no estaba acostumbrado a ese tipo de lecturas. Matemática y Física me resultaron más fáciles porque me interesan más, y Cívica, que se trata en especial de la Constitución Nacional, lo hice como pude.
 

  Pensé en mi vieja. La perdí en 2006 y no pude cumplir la promesa de terminar el Secundario con ella en vida, igualmente, lo tenía que hacer. Lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mi mujer. Así que, como te darás cuenta, no fue algo más para mí. Siempre tardan una semana en darte la nota pero, como era mi última materia, me la corrigieron en el momento y me quedé a esperarla.

  La profesora me preguntó si quería agregar algo más al examen pero le dije que no, que lo corrigiera así. Por suerte, me saqué un 8. 

  Le doy mucho valor, es fundamental hacerlo. Me di cuenta ahora, más de grande, de cuánto te abre la cabeza estudiar. Nunca es tarde para hacerlo. Es importante para el jugador, el fútbol no solamente es la técnica innata sino la inteligencia para entenderlo. El estudio, obviamente, te ayuda a desarrollar la inteligencia.

  Yo siempre les digo a mis compañeros que no importa cuánto tiempo se tarde pero que hay que hacerlo. No podemos decir que no tenemos tiempo. 
 

  Son muchas cosas pero creo que la satisfacción que se siente al momento de recibirse es algo que todos deberíamos vivir. Pienso que los adultos deberíamos estudiar como legado para los que vienen, que son los más importantes. 

  Yo me preguntaba hace un tiempo cómo le podía exigir a mi hijo, al que le gusta mucho el fútbol, que estudiara si yo era el primero que había dejado. Yo digo que nunca es tarde, que siempre estamos a tiempo y que podemos seguir incorporando conocimientos hasta el último día de nuestras vidas.  

  Todas son palabras de Sebastián Sajas que explicó como logró el objetivo de terminar el Secundario, que no es imposible para nadie poder cumplir con eso, porque todos aquellos que no lo han terminado, lo pueden hacer, nunca es tarde para lograr lo que uno se propone. 

Informó: Darío Ferlauto.

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