Un
farmacéutico bailarín, un policía inglés, un aficionado a la lucha libre, un
millonario sueco, un vendedor de seguros y el propietario de una peluquería Son
personas que pueden decidir el resultado de un partido y son claves en el
Mundial.
Foto: De Archivo. |
Esas son las profesiones de algunos de los 25 árbitros que participan en
la Copa del Mundo Brasil 2014. En la cancha todos tienen la misma
responsabilidad, llevar adelante las acciones de un partido de Fútbol, se
visten con la misma ropa, llevan en su bolsillos dos tarjeta y en su cintura el
Spay, para marcar la posición de la pelota en un tiro libre y subrayar la
barrera. Fuera de los campos de juego, algunos de ellos tienen otra profesión.
Noumandiez Doue, por ejemplo, hizo historia en la segunda jornada del Mundial de Brasil al convertirse en el primer árbitro de Costa de Marfil en dirigir un choque de la máxima competición de selecciones, la victoria 3-1 de Chile sobre Australia. Además de ser uno de los mejores árbitros de África, el Marfileño de 43 años es farmacéutico y "aficionado al baile".
Más conocida es la vocación por el arbitraje de Jonas Eriksson, millonario Sueco que dirigió la victoria 2-1 de Estados Unidos a Ghana y un “Clásico” en la Liga de Campeones Europea. El Sueco es conocido como "el millonario relajado", debido a su carácter y a la fortuna de siete cifras (los medios han publicado más de 10 millones de euros) que tiene después de haber participado en el desarrollo de una empresa de derechos deportivos. Además fue jugador de fútbol antes de convertirse en Árbitro.
Howard Webb, un policía inglés que trabaja en Yorkshire fue el que dirigió Colombia ante Costa de Marfil en la segunda jornada del grupo C con victoria de los “Cafeteros” 2 a 1. Es uno de los Árbitros más respetados del mundo y que ya tuvo el honor de dirigir la final del Mundial 2010, en la que España se impuso 1-0 a Holanda. Muy criticado entonces por permitir al combinado Naranja jugar con violencia.
¿Un robo en casa? ¿Quiere usted asegurar su coche? Responda sí y su hombre será el turco Cuneyt Cakir, vendedor de seguros en Estambul y cuya actuación en el empate sin goles entre Brasil y México fue seguido al milímetro después de los errores en las primeras jornadas de algunos de sus colegas.
Más espiritual es el perfil del mexicano Marco Rodríguez, quien dirigió la victoria 2-1 de Bélgica sobre Argelia. Tras abandonar su trabajo como profesor de educación física, se convirtió en predicador protestante en un templo a las afueras de la capital azteca.
Si los jugadores necesitan un buen corte de pelo podrían recurrir al holandés Bjorn Kuipers, que dirigió la pasada final de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Atlético (triunfo 4-1 para los blancos). Compagina el silbato con su faceta de empresario, ya que es propietario de un salón de peluquería y dos tiendas comestibles en Holanda.
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